La Importancia de la Desinversión en Agricultura Industrializada.

junio 9, 2016

Estamos experimentando uno de los cambios climáticos más grandes y una de las extinciones masivas más importantes en los últimos 65 millones de años. En un intento por revertir el deterioro causado por las prácticas dañinas de la raza humana, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) inició un movimiento global de desinversión de los combustibles fósiles que ha ido ganando terreno, logrando el compromiso de 500 de las instituciones financieras más prestigiosas del mundo.

Primordiales (2016)

Al ser tan exitoso, el movimiento ahora ha puesto su enfoque en otra industria: la agricultura animal. Como la actividad humana más dañina del planeta, este sector ocupa el 45% de las tierras del mundo, es responsable del 30% de consumo global de agua y causa el 20% de los gases efecto invernadero. La ganadería produce el 65% del óxido nitroso, el cual tiene un potencial para el calentamiento global 296 veces más grande que el dióxido de carbono. Se estima que las emisiones relativas a la energía aumenten un 20% para el 2040, mientras que las relativas a la agricultura, aumentarán un 80% para el 2050. Esto se debe a que el incremento del 40% de la población global para el 2050 necesitará un aumento en la producción alimenticia de 70% y una alza en el consumo de proteína de más del 100% para sobrevivir. Este enfoque de desinversión llegó en el momento perfecto.

Los Alimentos de Orígen Animal
Utilizan más Recursos que los de Orígen Vegetal

Animales de Origen_BFuente: Instituto Mundial de Recursos (WRI)

Las Operaciones Concentradas de Alimentación Animal (OCCA) o ganaderías industriales, son el sistema de granjas de producción de animal con mayor crecimiento del mundo. A principios de siglo, se estimaban un total de 15 mil millones de animales de granja en el planeta, número que hoy ha crecido a 24 mil millones. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el 80% del crecimiento del sector se debe estos sistemas de producción intensiva. Las OCCA son responsables por el 72% de la producción de pollo, 43% de la producción de huevo y 55% de la producción de cerdo al nivel mundial.

Estas operaciones causan insuperables riesgos a las salud y bienestar de los animales, así como a nuestra propia salud a través de la contaminación del agua, deforestación y el abuso de antibióticos.

El movimiento de desinversión ha respondido al enfocarse directamente en la agricultura industrial, así como a través de las empresas públicas de las cuales tienen acciones o indirectamente a través de los distribuidores que compran productos de origen animal. El objetivo es presionar a estas empresas a cambiar sus prácticas o se quedarán sin financiamiento. En todo caso, las compañías de agricultura industrial enfrentan importantes riesgos que podrían impactar negativamente sus utilidades futuras. Los gobiernos alrededor del mundo están implementando legislaciones sobre el uso de antibióticos, emisiones de metano, y el manejo de aguas para limitar la expansión de estas operaciones peligrosas.

Los inversionistas más respetados como Aviva, Allianz, y Alliance Trust, han hecho pública su consternación por la agricultura intensiva, refiriéndose a ella como “una preocupación por el prestigio y potencialmente un problema financiero”. La Boston Common Asset Management (Administración de Activos Comunes de Boston) ha detenido toda inversión en empresas donde su principal actividad son las OCCA. Esto, en conjunto con la creciente conciencia del consumidor de los riesgos asociados con la agricultura animal industrial, ha llevado a empresas como Tyson Foods, Walmart y Smithfield a participar en esquemas que los califican por el bienestar de sus animales.

Los inversionistas globales están empezando a participar en las organizaciones de agricultura animal intensiva para motivarlos a mejorar sus prácticas e informar sobre el bienestar de sus animales. Esta medida no sólo garantiza que estas organizaciones aumenten su transparencia y sean responsables de su desempeño, sino que también impulsa el cambio global para detener estas prácticas peligrosas. Esta es una clara señal de la conciencia de los consumidores y negocios sobre bienestar animal y del impacto ecológico de la agricultura animal alrededor del mundo.