Una Ceremonia de Apertura Olímpica Celebrando la Agricultura

agosto 11, 2016

En la ceremonia de apertura de la Olimpiadas en Río 2016, la conservación medioambiental fue la protagonista mientras Brasil celebró su increíble legado agrícola y destacó su ambición para convertirse en el líder global de sustentabilidad. Actualmente, como el cuarto poder agrícola a nivel mundial, Brasil es el principal productor de azúcar, café y naranjas del mundo, así como un importante productor de soya y maíz. Tan sólo en la última década, su agroeconomía se ha duplicado, alcanzando $476 mil millones de dólares en 2015. Ser un éxito agrícola además de un líder en sustentabilidad es un reto formidable, en el que este gigante sudamericano ciertamente ha sobresalido.

En las últimas décadas, Brasil se ha convertido en un innovador de la protección ambiental. En 1992, la Conferencia de las Naciones Unidas de Medio Ambiente y Desarrollo (también conocida como la Cumbre de la Tierra de Río), le dio a conocer al mundo los peligrosos impactos de los combustibles fósiles y otras actividades antrópicas. Más de 172 gobiernos se reunieron en estas conferencias en Brasil para crear el Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, el cual eventualmente, dio pie a la Convención de Kyoto y los acuerdos de la COP21 de París que han impulsado la era actual de conservación del entorno.

Brasil ha ondeado la bandera de la sustentabilidad, protegiendo y desarrollando su rico suministro de recursos naturales para volverse la fuente de productos básicos más importante del siglo XXI.


Un tercio de las selvas tropicales del mundo se encuentran dentro de sus fronteras. Dos tercios de la famosa selva del amazonas, con sus 40,000 especies de plantas, 427 mamíferos, más de 1300 aves y más de 100,000 invertebrados, están en tierra brasileña. Esta y otras áreas naturales como el Pantanal, proveen servicios invaluables al planeta como las creación de lluvia y la captación de Co2 de la atmósfera a escalas inimaginables.

La fuente de recursos naturales de Brasil es inmensa, con más agua dulce que cualquier otro país, con tan sólo el 14% de sus tierras fértiles en uso, y con un clima altamente favorable para la producción agrícola. El manejo sustentable de estos recursos ha sido la prioridad para el gobierno por décadas. Brasil creó la secretaría de desarrollo agrario en 1999 para vigilar la reforma agraria y promover sustentabilidad, poniendo al medio ambiente en el centro de sus políticas agrícolas. La Empresa de Investigación Agrícola Brasileña (EMBRAPA) trabaja de la mano con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Suministro Alimentario para proponer y supervisar las mejores y más estrictas prácticas de sustentabilidad en todo el país. Esta alianza ayuda a la adecuada selección de cosechas según el clima local y el ecosistema; prohíbe la irrigación excesiva y controla cuidadosamente la aplicación de químicos para la protección de las cosechas. Además promueve el uso de insumos orgánicos y naturales, así como técnicas de conservación como: manejo integral de pestes, intercalado de cosechas y la cuidadosa reubicación de vida silvestre a reservas naturales dentro de tierras agrícolas mayores. Todas estas prácticas, cuando se siguen al pie de la letra, elevan los estándares agrícolas y requerimientos en todas las áreas de influencia.

La ceremonia de apertura de las olimpiadas se enfocó en gran medida en los desafíos del cambio climático expresando, ante aproximadamente 3 mil millones de espectadores, los temas del aumento de las temperaturas globales, el alza de los niveles del mar y el derretimiento de las capas de hielo polares. En un evento que reflejó a nuestra comunidad global trabajando unida para proteger a las futuras generaciones, la inauguración olímpica presentó a cada atleta con un pequeño arbolito y a cada delegación con una especie distinta, para ser plantados durante el evento. En los últimos años, la sustentabilidad se ha ido transformando de una tendencia energética hacia un estilo de vida enraizado en todos los aspectos de nuestra vida.