Mientras que la decisión sobre el desafuero político de la presidenta Dilma Rousseff alcanza al senado, Brasil comienza la búsqueda por un gobierno más responsable y fiscalmente confiable para tomar el mando del segundo mercado emergente más grande del mundo. Esta es una increíble oportunidad para los inversionistas mundiales mientras que la venta de activos devaluados en los últimos años está llegando a su fin, ya que el país inicia un cambio económico y político a gran escala.

Este desafuero es una emocionante noticia para los inversionistas extranjeros. Probablemente como uno de los métodos más efectivos para terminar este largo estancamiento político, una nueva administración permitirá que los legisladores y políticos regresen el enfoque a reducir el déficit presupuestario y restaurar el crecimiento de la economía. Incluso, la salida de Rousseff, podría demostrar que las instituciones democráticas de Brasil, como la policía federal y el sistema jurídico, están resolviendo eficazmente los escándalos de corrupción que han afectado a los negocios y al gobierno durante el año pasado. Por primera vez en 2 décadas, la agenda de Brasil contiene reformas significativas y los inversionistas a nivel mundial están tomando nota.

Mientras el desafuero de Rousseff toma fuerza, la confianza en los prospectos brasileños incrementa. La Inversión Extranjera Directa (IED), en Brasil, alcanzó los $56 mil millones en 2015. Ya siendo el receptor mayores niveles de IED en Latinoamérica por más de una década, el cambio de liderazgo hacia un gobierno centro-derechista elevaría la posición de Brasil en el escenario mundial y canalizaría mayores entradas de capital.

Brasil Continúa Recibiendo los más Altos Niveles del IED en Latinoamérica.

Fuente: Deloitte (2015)

El Indice Ibovespa dio un salto de 45% durante los meses que llevaron al voto del congreso para el desafuero de Rousseff. El real brasileño, por primera vez en tres años, se ha fortalecido un 13% en este mismo periodo, haciéndola la divisa de mejor desempeño en lo que va del 2016. El Banco Central ha tomado medidas temporales para impedir que la divisa sufra cambios abruptos, permitiendo que los precios de las exportaciones del país permanezcan competitivas durante este periodo de transición política. En última instancia, el real brasileño volverá a una tasa de cambio de 2 reales por dólar, así, el ministerio de finanzas abiertamente lo estipula como el mejor equilibrio. Con la posibilidad de un nuevo gobierno fortaleciendo la confianza de los inversionistas, la venta en Brasil de activos devaluados debido a el debilitamiento temporal de la moneda, pronto llegará a su fin.

Camino a la Cima

(BRL / USD)

Fuente: Thomson Reuters (2016)

Si al menos la mitad del senado aprueba el desafuero a principios de mayo, Rousseff tendrá que renunciar durante 180 días mientras que los cargos en su contra son investigados. El vicepresidente Michel Temer, un político pro-negocios, usaría esta oportunidad para implementar una plataforma económico-liberal para asegurar reducción de gastos públicos, una reforma a las pensiones y mayor inversión extranjera. Aunque estas reformas son significantes, también lo son los impulsos económicos básicos que hacen que Brasil sea un destino de inversión a largo plazo. Fuertes fundamentos corporativos, tendencias de consumo positivas y un incremento en la clase media, crean el marco para el crecimiento a largo plazo y exponencial. Estos factores se mantendrán a pesar del que tiempo le tome a Rousseff dejar el cargo.

Los inversionistas inteligentes se darán cuenta y aprovecharán esta oportunidad limitada en Brasil mientras que la mayoría espera que el real se fortalezca y más IED entre al país inflando tanto las divisas como los activos. La población en crecimiento inevitablemente buscará a Brasil para cumplir con el incremento necesario de recursos. Nuestra visión es revolucionar la agricultura que ayudará a mejorar el nivel de vida en todo el mundo y asegurar rendimientos óptimos para los inverisonistas. Nos posicionamos por delante de la curva al encontrar la tendencia del futuro en vez de esperar a que suceda y perder la oportunidad.