El argumento contundente para la inversión en agricultura está siendo esclarecido por la creciente demanda del consumidor junto con los decrecientes niveles de tierras de cultivo, que inevitablemente llevarán el valor de la tierra agrícola y los precios de los alimentos a la alza.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) prevé la necesidad de una expansión del 70% en la producción global de alimentos para 2050, mientas que investigaciones adicionales indican que esto dará como resultado un incremento de 60% en los precios de alimentos básicos como maíz, trigo y arroz, durante el mismo periodo.
De 2002 a 2012, el Índice Anual de Alimentos del Banco Mundial incrementó 73%, con una tasa de crecimiento compuesto que casi alcanza el 7%. Según la inmobiliaria Savills, el valor de la tierra agrícola en Estados Unidos aumentó 50% entre el año 2009 y mediados del 2013. Movimientos similares a estos se están experimentando en otras partes; por ejemplo, en el Reino Unido durante la década anterior al 2013, los precios de las tierras de cultivo aumentaron 270% (comparado con un crecimiento de 135% en bienes raíces de primera). En Brasil, el valor de la tierra arable ha a incrementado 58% en los últimos tres años. El Índice Global de Tierra Agrícola ha tenido un apreciación promedio de 20% cada año desde 2002.
Fuente: Consejo Nacional de Inversiones Fiduciarias en Bienes Raíces
Desde el 2007, la empresa de fondos de inversión TIAA-CREFF destinó 8 mil millones a tierras agrícolas. La compañía Prudencial maneja 1.2 billones de activos agrícolas, principalmente para fondos de pensión y clientes institucionales. Theodor Enders, un estratega de portafolios en Goldman Sachs Asset Management, declaró que los inversionistas tienen demasiada exposición a acciones y bonos, pero que al agregar inversiones alternativas se puede reducir considerablemente el riesgo. Alternativas como las de agricultura, contribuirán hasta en un 40% de los retornos globales de la industria de gestión de activos para el 2020, a pesar de sólo abarcar el 15% del total (14.7 billones) de las inversiones en el mundo.
Fuente: Savills
La agricultura está captando significativamente la atención de los inversionistas. La razón es evidente y llega al propio corazón de las inversiones Primordiales. La agricultura es un activo esencial para la vida en este planeta. Las inversiones agrícolas entraron en la conciencia del público justo después de la crisis de precios de alimentos de 2007 y 2008, cuando la escasez de granos impulsó a los inversionistas hacia iniciativas agrícolas. La dinámica de oferta y demanda a causa de nuestra creciente población y decrecientes niveles de tierra arable, ultimadamente llevarán al alza de precios de alimentos y tierras de cultivo, permitiendo que estos activos se conviertan en una fuente confiable de retorno de inversión.
Mientras que las poblaciones y los ingresos crecen en Asia, África y otras regiones en desarrollo, el aumento en la demanda de proteína y otros alimentos están transformando los cultivos, la inversión en agricultura es una de las mejores estrategias para “impulsar la producción y crecimiento económico, reducir la pobreza y fortalecer la seguridad alimenticia” según un reporte de la FAO. Uno de los principales Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU, es incrementar fuertemente la conservación y restauración de los bosques y selvas mientras incrementamos la productividad de cultivos alrededor del mundo para el 2020.
Esto se sólo se puede lograr a través de inversiones de largo plazo en agricultura sustentable.