Desde que Donald Trump fue elegido presidente de los E.U.A., varios gobiernos de distintas naciones se han convocado en Marruecos para reafirmar su apoyo al pasado acuerdo de La Conferencia Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21 en París 2015.

De acuerdo con algunos de los científicos ambientalistas más renombrados, si la humanidad no reduce sus emisiones de gases de efecto invernadero, la vida en la tierra podría hacerse cada vez más volátil, impredecible y peligrosa. Con la contínua alza en las temperaturas, la escasez de agua, la acidificación de los océanos, la degradación de las tierras y la pérdida de cultivos alrededor del mundo, los desafíos de nuesto medio ambiente se encuentran en proporciones alarmantes por lo que necesitamos una acción inmediata.

Trump se ha dado a conocer en el mundo por su postura ante el cambio climático, pues amenazó con abolir el Plan de Energía Limpia de Estados Unidos y renunciar al acuerdo de la COP21 durante su (constatemente divisiva) campaña electoral. Aunque su posición contradice las evidencias físicas, el consenso científico, casi a nivel global y la investigación del Departamento de Defensa, el presidente electo ha clamado que el clima hecho por humanos es un mito propagado por la comundiad china para hundir la competitividad de la manufactura estadounidense. Sea esto un intento por apaciguar a grupos de interés específicos que defienden el uso de combustibles fósiles o por ganarse el voto de los estados productores de CO2 en las elecciones, nosotros defendemos que un cambio hacia las tecnologías bajas en CO2 no sólo protegerá al ambiente, sino que ofrecerá oportunidades comerciales más sólidas hoy y a largo plazo.

Los beneficios de las tecnologías innovadoras y libres de CO2 están comenzando a superar sus desventajas en términos de costo e impacto ambiental. Las tecnologías renovables y bajas en CO2 para producir energía son el mejor ejemplo de esta tendencia. Las energías eólica, solar y de gas natural, se están haciendo cada vez más económicas y eficientes que las alternativas de combustibles fósiles a escala comercial, y esa brecha está creciendo más y más cada día. Independientemente del impacto que tendrá la administración de Trump en las políticas climáticas a nivel nacional, estas tecnologías competitivas continuarán sacando a la generación de carbón del mercado, ya que se están haciendo más económicas, limpias y eficientes.

Comparación del Costo Nivelado de las Energías sin Subsidio

Fuente: Lazard (2016)

Hoy que tenemos el acuerdo de la COP21 de las Naciones Unidas, todo lo que necesitamos es lograr su implementación en 360 grados. Esto necesita estar hecho por personas que puedan motivar a los negocios a invertir en tecnologías innovadoras.  Como fue propuesto por sus antecesores políticos y colaboradores, Trump tiene la experiencia apropiada en este campo. Una vez implementado, el mercado para las energías y tecnologías renovables demostrarán un crecimiento profundo y exponencial. Al encaminar los flujos de capital hacia los esfuerzos proactivos para mitigar y adaptar el cambio climático, los inversionistas, gobiernos y las instituciones financieras, pueden proteger sus activos del clima mundial y sus riesgos económicos mientras que generan retornos atractivos.