“Este puede ser el año más importante para la Resistencia Antibiótica que hemos tenido en nuestras vidas”
Keiji Fukada – Director General Adjunto, Organización Mundial Salud – Mayo 2016
Como una de las amenazas más importantes para la humanidad, actualmente y para las siguientes décadas, los microbios infecciosos alrededor del mundo continúan desarrollando resistencia a nuestros antibióticos más efectivos. Mientras continuemos propagando el uso de estos medicamentos en agricultura y medicina, estamos corriendo el riesgo de retroceder a la Edad Media de las medicinas donde las infecciones más comunes y sus tratamientos se vuelven potencialmente letales.
700,000 personas mueren cada año a causa de infecciones resistentes a los antibióticos, cantidad que si no se detiene, se espera incremente drásticamente a 10 millones en el 2050. La resistencia de antibióticos ha evolucionado hasta el punto en el que dependemos de sólo uno o dos antibióticos, en muchas partes del mundo, para combatir las peores infecciones y padecimientos. Sorprendentemente, la mayor fuente de riesgo son las bacterias viejas, no las nuevas, desde tifoidea hasta Clostridium difficile, estos patógenos se están volviendo letales una vez más.
¿Qué ha causado esta creciente tendencia a la resistencia antibiótica? Negligencia. Aquellos responsables no están al tanto de las verdaderas consecuencias de sus acciones, las cuales están afectando a la sociedad en general. El Informe de la Resistencia Antibiótica de Inglaterra considera que la mitad de los antibióticos prescritos en medicina hoy en día, son innecesarios. La propagación del uso de antibióticos en la agricultura es aún más severa. En Estados Unidos, más del 70% de los antibióticos se utilizan para la agricultura y la mayoría de estos medicamentos son considerados tratamientos de “último recurso” en la medicina en todo el mundo.
Necesitamos desesperadamente ciencias y economías inteligentes para resolver nuestro problema de surtido. En este momento hay muy poco incentivo financiero para desarrollar más de los antibióticos para los cuales hay tanta necesidad. Los laboratorios farmacéuticos no están interesados en crear nuevos antibióticos ya que representan una gran inversión con muy poco retorno. Menos del 5% de la inversión de capital de riesgo en investigación y desarrollo farmacéutico entre 2003 y 2013 se enfocó en antibióticos. Tan solo 40 productos están actualmente en ensayos clínicos y solo una fracción de ellos llegará al mercado.
Los Fármacos Tardan
Fuente: Review on Antimicrobial Resistance; Pew Charitable Trusts
Por lo tanto debemos reducir la demanda de antibióticos utilizarlos con moderación. Identificar al enemigo mediante sistemas de diagnóstico más rápidos y precisos, transformaría efectivamente la forma que usamos antibióticos en humanos y animales, además de mejorar la higiene en la agricultura y la salud humana.
Fuente: CDC / El Economista
Un primer paso fundamental es reducir el uso de antibióticos en la agricultura mediante acuerdos globales de objetivos y restricciones en ciertos fármacos críticos. La Unión Europea ha tomado la delantera en aceptar esta responsabilidad y ha acordado prohibir la aplicación, en ganado, de antibióticos necesarios para la salud humana.
La elección de alternativas ecológicas para los antibióticos en la agricultura esta demostrando enormes posibilidades. Los suplementos naturales para alimento de ganado, como la torta de Nim, se están ganando cada vez más popularidad en cultivos alrededor del mundo. Al contener nutrientes esenciales como proteína, calcio y caroteno, necesarios para el sano crecimiento del ganado. Por su capacidad intrínseca de erradicar los microbios que causan infecciones y enfermedades, el Nim ayuda a combatir las bacterias y a aliviar la presión de la creciente tendencia de resistencia a lo antibióticos.
Necesitamos una estrategia multifacética con el fin transformar la manera en la que utilizamos los antibióticos alrededor del mundo. Las soluciones deben funcionarle al mayor numero posible de personas, ser económicamente viables y promover el desarrollo económico. A pesar de ser una gran desafío, hoy tenemos la capacidad y contamos con las alternativas adecuadas para resolver esta creciente tendencia de resistencia a los antibióticos.