¿Por qué el Siglo XXI es Diferente para el Mercado Global Financiero?

diciembre 10, 2015

A los siete años de la Crisis Global Financiera (CGF), 2015 cerró un experimento innovador tanto por su escala como por su duración, la Expansión Monetaria (EM). Al  hacer libremente disponible la liquidez cuando los mercados estaban al borde de una depresión, en un momento en que las tasas de interés se encontraban en un récord bajo, el consumo privado se vería teóricamente estimulado y las corporaciones tomaban la oportunidad para invertir. En la práctica la combinación de tasas de interés baja con el exceso de capital impulsó la cacería por mayores retornos de inversión.

Las empresas empezaron a registrar márgenes de ganancias récord y los mercados de valores han llegado a una alta histórica, esto impulsado por los altos niveles de re-compra de acciones. Esta nueva disposición de asumir más deuda ha inflado las valoraciones en todos los ámbitos y los riesgos que causan gran volatilidad en los mercados financieros globales.

El Fondo Monetario Internacional está subrayando que el acceso prolongado a crédito barato ha aumentado la toma de riesgo, no solo en las acciones sino también en el alto rendimiento y bonos de grado de inversión.

Incluso los comentarios de la reserva federal en el 2015 sobre el fin pendiente de SE que no hicieron nada para frenar las expectativas de los inversionistas. El S&P 500 ha continuado en aumento, causando a muchos preguntarse a sí mismos si esta sobre evaluado el mercado. Tomando el indicador de valoración más simple y más reconocido, el múltiple de precio-ganancias, y la utilización de la más precisa la Schiller, el modelo cíclicamente ajustado de precio- ganancia (CAPE), el S&P 500 cotiza 25.5 veces por encima del promedio histórico que es 18 veces más alto que en 1950. Esto significa que el mercado tendría que bajar un 40% para volver a media de largo plazo. La valoración del mercado sólo ha sido más alta en tres ocasiones- el desplome de Wall Street en 1929, la burbuja del Dot Com en 1999 y al principio de la CGF en 2007.

Un Nuevo Siglo para Retornos de Acciones Bajos

US stock marketLos mercados de préstamos están en niveles similares que antes de la CGF a pesar de la disminución en la calidad de los préstamos. Una ola de ventas en el mercado de bonos corporativos simplemente causaría niveles extremos de volatilidad en los mercados y las repercusiones se sentirían en todo el mundo.

La Nueva Tendencia para Rendimientos de Títulos de Deuda Bajos

Los retornos para esta clase de activos tradicionales se han mantenido por debajo del promedio histórico aún considerando el impacto de la Expansión Cuantitativa (EC). De acuerdo con Credit Suisse los retornos anualizados del índice de acciones mundiales del 2000 al 2012 fueron de 0.1%. Los retornos de los bonos reales también se han mantenido en 6.1% debido a una rápida caída de los tipos de interés en el mundo.

La imagen macroeconómica mundial también ofrece poco ánimo. Aunque se muestra que el mercado regresó en el 2014 y 2015, el pronóstico de crecimiento se degradó. Esto es debido a condiciones extremas en la zona de Europa, Japón y China. Tanto en los bancos de Europa como en Japón están más preocupados por la presión de la deflación que de la inflación. China está creciendo al 7.4%, el ritmo más lento que ha tenido en 27 años. La caída de los precios en materias primas no fueron el estímulo para el crecimiento global como se esperaba, sino que fue un reflejo del debilitamiento de la demanda global.

En cuanto a los prospectos futuros, el pronóstico a largo plazo de la OCDE sobre la economía global pinta un panorama sombrío, con un crecimiento del 2% pronosticado en toda la OCDE en los próximos cincuenta años, y un crecimiento de 3% previsto en todo el mundo. Es una rebaja substancial al 7% de crecimiento promedio experimentado en los primeros diez años del siglo.

El entorno del mercado actual y retornos en la “nueva tendencia” en las inversiones de la clase de activos tradicionales está causando que los inversionistas de todo el mundo se diversifiquen lejos de la renta variable y renta fija, van hacia una base con activos más físicos. Los activos tangibles de larga vida que generan un flujo de capital estable, que proporcionan rendimientos mejorados y que ofrecen atractivas retornos ajustados al riesgo, se están convirtiendo en la preferencia en este entorno del mercado. Para el 2030 las asignaciones a activos físicos y alternativos entre inversionistas institucionales se espera que alcancen de 20 a 30% del valor total de la cartera con algunas de las instituciones, asignando una alza de 50% en la clase de activos. Esta transición en la asignación de cartera hacia activos alternativos acaba de empezar.