Desastres Naturales Hidrológicos: ¿Soluciones a una Crisis Ambiental Inminente?

febrero 1, 2018
Cada año los desastres relacionados con el agua están afectando a más y más personas en todo el mundo y 2018 no será la excepción. Alrededor del 90% de los desastres naturales del mundo están relacionados con el agua, estos desastres incluyen las inundaciones, las sequías, los huracanes, las mareas de tempestad y los deslizamientos o deslaves de tierra. Para poder hacer frente a estas crecientes amenazas, necesitamos crear y manejar adecuadamente medidas de adaptación para construir una comunidad internacional que tenga las capacidades para enfrentar un ambiente en constante cambio.

De acuerdo con ONU Agua, los desastres relacionados con el agua tienen dos impactos en la vida humana:

  • Impactos directos: daños a construcciones, infraestructura, cultivos y pérdida de vidas y propiedades.
  • Impactos indirectos: pérdida de productividad y medios de vida, mayor riesgo de inversión, endeudamiento e impactos en la salud humana.
Estos impactos están teniendo repercusiones más grandes en nuestra vida cotidiana a medida que experimentamos un aumento alarmante en la frecuencia y magnitud de los desastres naturales. El costo económico y el costo de estos impactos deberían ser una alerta roja para que los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil se enfoquen cada vez más en medidas de preparación, prevención y adaptación.
Un claro ejemplo de cómo la humanidad se enfrenta actualmente a desastres relacionados con el agua es Ciudad del Cabo. La segunda ciudad más grande de Sudáfrica ha estado sufriendo de escasez de agua debido a una larga sequía y a una gestión inadecuada del agua. La ciudad se acerca cada vez más al momento de ‘cerrar los grifos’ el 16 de abril, que se conoce como Día Cero. Actualmente, más de cuatro millones de personas se ven afectadas y tan pronto como llegue el Día Cero, Ciudad del Cabo será la primera metrópolis del mundo que se quede sin agua. Con menos de 90 días de abastecimiento de agua en sus depósitos locales, muchos residentes todavía están perdiendo agua, ya que sólo el 35% de las personas usa los 87 litros de agua prescritos por día. ¡Después del Día Cero, cada residente solo tendrá 25 litros de agua al día, mientras que el promedio mundial de uso (incluidos los países en desarrollo) es de 250 litros por día!

De igual forma, el mundo más desarrollado enfrenta problemas severos relacionados con el agua. París, la ciudad de las luces, está sufriendo las consecuencias de las mayores precipitaciones en 50 años. El famoso río Sena alcanzó un nivel máximo, con unos cuatro metros por encima de su nivel normal de agua, a 5.84 metros y desde la semana pasada casi 1,500 personas han sido evacuadas de sus hogares debido al alto riesgo de una gran inundación. Los niveles crecientes del río han afectado caminos y puentes, han detenido la circulación de embarcaciones turísticas y han provocado el cierre de varias estaciones de metro. La actual situación de París, es un excelente ejemplo de cómo los desastres relacionados con el agua pueden causar grandes afectaciones en una ciudad desarrollada.

El cambio climático es innegable y, si bien nuestras acciones para revertir los daños causados ​​al medio ambiente están dando resultados, ciudades como Ciudad del Cabo o París siguen sufriendo a causa de los desastres naturales. El número cada vez mayor de impactos de riesgos hídricos y sus costos, se pueden atribuir a una mayor frecuencia y magnitud de los eventos, la urbanización no planificada, la degradación de los servicios de los ecosistemas y la percepción imprecisa del riesgo por parte de la sociedad en general.
Ahora, el desafío es construir comunidades resilientes que puedan adaptarse al cambio, utilizar de manera efectiva los recursos disponibles y recuperarse de situaciones adversas para asegurar vidas, medios de subsistencia y activos. Para enfrentar las consecuencias de los desastres relacionados con el agua, se deben implementar ciertas medidas:
 Introducción de políticas de gestión del agua adaptadas a la región, el idioma y la diversidad cultural para garantizar el uso correcto y la protección de este recurso único.

 

Mejora del manejo de los ecosistemas de agua dulce como los humedales para aumentar la resiliencia y mitigar los desastres naturales.

Inversiones en sistemas modernos de pronósticos de inundaciones y de alerta temprana que lleguen a las comunidades locales y compartan la información obtenida a través de las fronteras para salvar vidas y evitar pérdidas económicas.

En Primordiales estamos reduciendo y optimizando el uso del agua en nuestras plantaciones:

Usando un sistema de riego de precisión e invirtiendo en la construcción de nuestra presa ecológica, que protege al recurso hídrico para el cuidado de nuestros proyectos y nuestras localidades de manera sostenible.

Utilizando palmas y cáscaras de coco secas para proteger y preparar nuestros suelos para mejorar la retención de agua y mantener el crecimiento de nuestros cultivos durante el periodo de sequía en Brasil.

Evitando el uso de fuentes de energía no sustentables, como la energía de la red nacional brasileña, mediante la producción de energía renovable con nuestros paneles solares y nuestro propio Plan Cero Huella de Carbono.

 

La implementación de infraestructura moderna y el uso de recursos tecnológicos para crear soluciones sustentables, nos permitirá luchar contra el cambio climático, evitar los desastres relacionados con el agua y utilizar de manera eficiente el recurso más vital del mundo: el agua.