El sistema de salud global necesita una transformación significativa. La agricultura moderna debe proveer una cantidad y calidad más grande de comida para todos en un tiempo en el que la presión del crecimiento poblacional se eleva y nuestros recursos disminuyen. Afortunadamente para nosotros, este increíble reto también representa una oportunidad importante y podemos decir, que estamos comprometidos a llevar las innovaciones necesarias para revolucionar al sector agrícola.
Algunos pocos cambios que enfrenta la comunidad global hoy en día, coinciden con la escala de seguridad alimenticia y la de malnutrición. Hasta un 5% de la capacidad de la producción, se pierde cada año debido a los impactos de nuestro clima en constante cambio y la degradación de las tierras, mientras que un increíble 30% de la comida se desperdicia en el mismo periodo. La malnutrición afecta directamente a una de cada tres personas en el planeta y hoy representa el factor de riesgo más grande en la salud mundial. La manera en que el sumnistro global de alimentos es gestionado, tiene implicaciones drásticas para todo tipo de problemas de salud, desde obesidad y enfermedades crónicas, como enfermedades por infecciones alimenticias, malaria, SIDA y VIH, por nombrar algunos ejemplos.
Relación entre la Agricultura y la Salud a Nivel Mundial
*Estas condiciones de salud no son mutuamente excluyentes; por ejemplo, las enfermedades relacionadas al ganado, también son riesgos ocupacionales. La lista de las consecuencias a la salud no son necesariamente incluyentes. Otras condiciones de salud también pueden relacionarse a la agricultura, pero estas aún no han sido identificadas como tal en los artículos científicos publicados.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (2016)
También, el peso financiero es abrumador. De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), un promedio del 11% del producto interno bruto (PIB) se pierde en Asia y África cada año, debido a la inestabilidad alimenticia y a las deficiencias de micronutrientes en estas regiones. Esto es más notable que la pérdida experimentada durante la Crisis Financiera de 2008-2010. En Estados Unidos, por ejemplo, cuando una persona de una familia es obesa, todo su núcleo familiar se enfrenta a costos adicionales equivalentes al 8% de su ingreso anual. En China, un diagnóstico de dibaetes resulta en una pérdida anual del 16.3% para quienes la padecen.
Fuente: Global Nutrition Report Stakeholder Group (2016)
Invertir en las soluciones, es una de las herramientas más poderosas que tenemos para crear un mundo mejor. La WEF ha calculado que los proyectos que se enfocan en la malnutrición y en el fortalecimiento agrícola, así como en nuestro suministro de alimentos, ofrecen un promedio de USD$16 por cada USD$1 invertido.
Los Primeros Pasos para Resolver la Inseguridad Mundial de Alimentos
Los sistemas de alimentos mejorados, la agronomía y la nutrición, son vitales en el fortalecimiento de la salud, educación, empleo, pobreza y reducción de la desigualdad a nivel mundial. La agricultura, que ha confiado abiertamente en los insumos sintéticos como los pesticidas y los fertilizantes a base de nitrógeno, es la principal responsable. Esta es una de las pocas industrias que han cambiado un poco durante el último siglo. Debemos transformar estas prácticas arcaicas para poder producir dietas más saludables y nutritivas para todos de una manera segura y sustentable; el Nim cuenta con el potencial de convertirse en un impulsor significativo en este tema.
La Evolución de la Agricultura
Fuente: Primordiales (2016)
El Nim, como uno de los árboles más versátiles en el planeta, ofrece por sí mismo innovación donde más se necesita, a través de la agricultura, el cuidado de la salud y la protección del medio ambiente. Siendo un árbol imperecedero y parte de la familia Meliaceae (caoba), ha sido famoso por sus notables propiedades curativas desde hace 5,000 años A.C. por las cilivizaciones de Harappa y Monejo. Es descrito en los antiguos textos ayurvédicos de la India como “arva roga nivarini” (el sanador universal de todos los males), “nimba” (proveedor de buena salud) y su nombre en sánscrito es “Arista” (perfecto, completo e imperecedero). Si nos adelantamos a la actualidad, el Nim se ha utilizado para proteger los cultivos, incrementar la nutrición del suelo, impulsar la salud del ganado y disminuir los niveles de carbono en la atmósfera.
La agricultura está exigiendo formas más colaborativas, sustentables e inclusivas para alimentar al mundo. Debemos dirigir las prácticas anticuadas de la industria para influir al medio ambiente y en la aseguración de los recursos naturales a nivel mundial. Con la meta de crear un cambio positivo y sostenible, continuamos usando el Nim para impulsar una revolución en distintas esferas como la agricultura, la salud global y la protección ambiental.