Aprovechando el Poder de la Agricultura

marzo 8, 2016

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), invertir en agricultura es una de las estrategias más efectivas para el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y el fomento de una sustentabilidad global. Este tipo de inversión permitirá que las personas y organizaciones contribuyan y se beneficien de los proyectos de desarrollo social que realmente hacen una diferencia.

Agriculture_Employment_1Fuente: División de Estadísticas de la Organización de Alimento y Agricultura de las Naciones Unidas (FAOSTAT)

Una tormenta perfecta se está formando en la agricultura global. Los componentes necesarios para asegurar el aumento de productividad requerido para una población en crecimiento, como el acceso a tierra agrícola adecuada, disponibilidad de agua fresca y mejoras a futuro en los rendimientos de cultivos, pueden no ser suficientes para asestar el incremento requerido. Siendo así, cada noche, 2 mil millones de personas o casi un tercio de la población mundial se va a su cama con hambre y otras 1.2 mil millones de personas no tienen acceso a los 20-50 litros diarios de agua fresca prescritos por la ONU. Cerrar esta persistente brecha de pobreza presentará un gran desafío en las próximas décadas, incluso sin tomar en cuenta los ajustes para compensar la expansión de la población global, ni las presiones que surgen de la ralentización de los avances agriculturales.

La información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) muestra que desde el inicio de este siglo, los precios de los grupos de alimentos más importantes se han duplicado sin esfuerzo alguno. Un elemento clave para esto es apreciar el valor de la tierra agrícola, que  creció un 50% entre 2009 y 2013 en Estados Unidos y un 270% en Reino Unido. Incluso en Brasil, donde sólo esta actualmente en uso el 33% de la tierra fértil principal , los precios de sus tierras agrícolas se han elevado un promedio de 20% en cada uno de los últimos 3 años. Los agentes inmobiliarios internacionales reportan que el índice de tierras agrícolas globales, ha generado una apreciación anual promedio del 20% desde 2002.

Valor Promedio de las Tierras Agriculturales
(USD / ha)

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Fuente: Savills World Research

Las tierras de cultivo de buena calidad se están reduciendo a nivel mundial; la ONU estima que la actual tasa de degradación de las tierras cultivables del mundo de 12 millones de hectáreas al año, es tan solo de 30 a 35 veces la tasa experimentada durante mediados del siglo XX. El crecimiento urbano, el daño causado por pesticidas químicos, la deforestación, el sobrepastoreo y el impacto del calentamiento global, están contribuyendo al proceso por el que la tierra arable está, ya sea, sobreconstruída, o que pierda su productividad y que la capa de vegetación se esfume. La tierra agrícola que se ha perdido mundialmente es equivalente al 40% de todas las tierras cultivables en California que desaparecen cada 18 meses.

Finalmente necesitaremos un 70% de expansión en la producción global de alimentos hasta el año 2050 para llenar los requerimientos de una población que alcanzará los 9.6 mil millones de habitantes. La compañía internacional de inversiones, Sustainable Asset Management AG. (SAM), sugiere que esta producción de comida llevará a un 60% el incremento del precio en los alimentos a nivel mundial.

Invertir en agricultura en las regiones en desarrollo del mundo puede también, crear trabajos y medios de subsistencia para los agricultores locales, mientras producen alimentos y materias primas para la economía urbana. En última instancia, la interdependencia entre la agricultura y otros servicios fundamentales, permite que la industria apoye un crecimiento económico integral en la región.

La inversión responsable en agricultura, no sólo refuerza la seguridad global de alimentos y la nutrición (particularmente de economías en desarrollo), sino que también promueve un estándar internacional de procesos de agricultura segura y tecnologías para el sistema global de alimentos. Esto permite que la salud del medio ambiente global, la rentabilidad económica y la equidad socioeconómica se logren en un mismo objetivo – la alimentación del mundo.