“Una era post-antibiótica significa, en efecto el fin de la medicina modera como la conocemos.”
– Margaret Chan – Directora General de la Organización Mundial de la Salud.
Una de las mayores amenazas para la salud mundial hoy en día es la resistencia a los antibióticos, ya que provoca 700,000 muertes al año y no permite la prevención y tratamiento eficaz de una gama cada vez mayor de infecciones. Si se permite que continúe sin cesar, se espera que este fenómeno peligroso causará 10 millones de muertes al año en el 2050 y le costará al mundo $100 mil millones en la producción económica perdida.
Los riesgos son claros, podríamos regresar a las épocas oscuras de la medicina donde incluso los tratamientos más comunes e infecciones podrían potencialmente, llegar a ser mortales.
El flujo de noticias en los días posteriores a la Semana Mundial de Conciencia a los Antibióticos en el 2015 fue muy desanimada. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades informó que la frecuencia de bacterias altamente resistentes a las drogas esta aumentando en todo el mundo, junto a una disminución del número de antibióticos que funcionan. La Organización Mundial de la Salud publicó una encuesta de 12 países que demuestran cómo una porción significativa de los sectores de la agricultura y de salud están mal informados y mal equipados para combatir el incremento a los niveles de resistencia a los antibióticos en todo el mundo.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (2015)
Lo que más nos concierne es el descubrimiento a la resistencia a uno de los antibióticos más fuertes usado como última opción, la colistina. Causada por el uso generalizado de antibióticos en la agricultura, el gen resistente se ha encontrado moviéndose con facilidad entre las bacterias y ya se esta extendiendo a través de las fronteras de China a Malasia. La resistencia incluso se ha transferido a través de cepas bacterianas y especies como E. Coli, Klebsiella neumonía y Pseudomonas aeruginosa.
El estudio publicado por la revista Lancet Infectious Diseases, mostró que la nueva mutación (llamado el gen MCR- 1) estuvo presente a través de China en:
- 78 (15%) de 523 muestras de carne de cerdo crudo y la carne de pollo.
- 166 (21%) de 804 cerdos en rastros.
- 16 (1%) de 1,322 muestras de hospitales de pacientes con infecciones.
Un antibiótico viejo, la colistina, se introdujo en 1959 pero fue descartado poco después debido a su toxicidad. Durante los siguientes cuarenta años el mundo médico descuidó el antibiótico, lo que permite que el medicamento permanezca efectivo sin ningún rasgo de resistencia. Esto resultó ser beneficioso – en el 2012 varios genes resistentes a los antibióticos (NDN, OXA, KPC) salieron a la superficie y se esparcieron por todo el mundo a un ritmo alarmante. Estos genes hacen que las bacterias sean invulnerables a un grupo de antibióticos llamados carbapenems, que estaban considerados como la última línea de defensa. La colistina es el único antibiótico que protege contra infecciones y bacterias tales como el E coli, y por lo tanto su uso mundial incrementó drásticamente
Fuente: Organización Mundial de la Salud (2015)
Como la colistina es uno de los antibióticos más baratos en el mercado, también se usa comúnmente como un aditivo accesible en la alimentación del ganado para promover el crecimiento de los animales y proteger el valor comercial. La gran mayoría de la demanda de antibióticos viene de la industria agrícola, 80% de las 150,000 toneladas de antibióticos fabricados cada año en los Estados Unidos se usa exclusivamente para el ganado. Esto permite que la resistencia a los antibióticos crezca y se propague rápidamente entre los humanos, animales y cultivos.
Todavía quedan por verse los efectos de la época post antibiótica. Mientras que los gobiernos imponen legislaciones más estrictas para frenar el mal uso de los antibióticos, los consumidores, los proveedores y los productores están empezando a tomar las riendas del asunto, al consumir alimentos orgánicos. Para diciembre del 2016 será ilegal utilizar antibióticos de importancia médica para fines de producción y los agricultores necesitarán la autorización de un veterinario con licencia antes de administrar medicamentos para usos terapéuticos. McDonalds, Wal–Mart y Costco, algunos de los proveedores de alimentos más grandes del mundo, se han comprometido a eliminar la venta de pollo y carne criadas con antibióticos que son vitales para la medicina moderna.
Por lo tanto, los aditivos alternativos para la alimentación del ganado tales como el Nim están en el centro de atención. Con una amplia cantidad de nutrientes esenciales como proteínas, calcio, caroteno y una serie de otros minerales necesarios para el crecimiento saludable del ganado, el Nim es una solución muy prometedora para el uso excesivo de antibióticos en la agricultura. Con una capacidad para erradicar los microbios que causan infecciones y enfermedades en el ganado, el Nim combate a las bacterias y alivia la presión de la resistencia a los antibióticos.